Qué ver en Mull: ruta hasta Duart Castle
Ya instalados en Oban , lo más natural es aprovechar a visitar alguna de las islas con las que tiene conexión directa por ferry. Entre todas las opciones (que son unas cuantas desde el puerto de Oban) decidimos visitar la isla de Mull y hacer la ruta hasta el Duart Castle.
En este post
Ferry Oban – Craignure
Para llegar a Mull se debe coger el ferry de la compañía Caledonyan MacBrine (conocidos como Calmac) desde su embarcadero en Oban. Allí cuentan con un edificio en el que podrás sacar los tickets e informarte de horarios de ida y vuelta a esta y otras de las Hébridas interiores (Inner Hebrides).
Si tu idea es embarcar con coche y además viajas en verano es totalmente imprescindible que saques los billetes online y con bastante antelación! Si no, corres el riesgo de quedarte en tierra por la afluencia de visitantes en esos meses.
En nuestro caso, como no íbamos con coche, compramos los billetes tranquilamente antes de embarcar al ferry. Si embarcas con coche deberás estar media hora antes y si vas a pie unos diez minutos bastan. ¡Siempre consulta el estado de tu ruta en la página web por la climatología!
Los ferrys con destino Craignure (el puerto de Mull) son bastante grandes y cómodos, puedes ir en cubierta si el tiempo lo permite (no muy habitual) o en los sillones interiores. La mayoría tienen cafeterías, baños y enchufes para cargar el móvil durante el trayecto. Hasta Mull se tarda aproximadamente una hora.
Una vez atracado el ferry (se tarda un rato en desembarcar) se plantean dos opciones desde el puerto de Craignure: coger un autobús hasta la bonita Tobermory y sus casas de colores o emprender el camino hasta Duart Castle, el hogar del clan McLean. Aunque ha habido épocas en que circulaba un autobús que hacía la conexión hasta el recinto, en la época que fuimos estaba cancelado por lo que decidimos hacer la ruta andando y disfrutar de la naturaleza de la isla.
Cómo llegar a Duart Castle a pie
Nada más salir del recinto del puerto, en las casas de enfrente encontrarás la Oficina de Turismo en la que te pueden asesorar sobre todas las opciones de la isla y en nuestro caso indicarnos la ruta a seguir.
Aunque la cara cuando dijimos que íbamos con niños fue de escepticismo total ante la distancia y el día que hacía, nos indicaron con precisión cual era el mejor camino para disfrutar la ruta. Atención!!! allí las distancias son en millas por lo que calcula antes de empezar si serás capaz de llegar y más aún, de volver luego.
La ruta a pie comienza muy cerca de la oficina de turismo, bordeando la costa, desde la que se divisa en lo alto el castillo. Además de la impresionante vegetación y paisajes costeros, si tienes suerte puede que veas delfines y otras especies propias de las Hébridas interiores.
La ruta a pie discurre casi todo el rato por caminos de fincas privadas o públicas hasta el último tramo a partir del cruce con la A489 en el que hay que caminar por el lateral de la carretera, como el tramo es a baja velocidad no es peligroso pero como siempre, precaución, especialmente si vas con niños. Y si llueve como nos pasó a nosotros, doble precaución.
Como la mayoría de la ruta discurre por caminos en los que no está permitida la circulación de vehículos, es una maravilla poder disfrutar y pararte, desviarte, que los peques corran o cojan frutos silvestres…Hay tramos en los que los árboles cubren todo y parece que caminaras bajo un techo de ramas.
Hacia la mitad de la ruta encontrarás otro castillo (que nosotros no esperábamos): el Torosay Castle (construido en 1856) , cuyos jardines albergan una impresionante colección de estatuas. Tanto el edificio como los jardines forman parte del listado de patrimonio histórico de Escocia.
A partir de este castillo el camino se va abriendo y aparecen los campos verdes en contraste con el azul de la bahía de Duart. Verás mucho ganado pastando libremente por las lomas, incluyendo las típicas vacas escocesas con su flequillo.
Llegamos al cruce con la carretera, indicado por un cartel, a partir de aquí solo tendrás que seguir la carretera arriba hasta llegar al castillo.
Duart Castle
Y por fin llegamos al castillo. Una cosa a tener muy en cuenta, igual que en el resto de Escocia, es el horario de apertura de los monumentos. Casi todo cierra a las 16.00 o 17.00 horas, y eso en verano! Así que asegúrate que llegas con tiempo tanto a la isla de Mull como al castillo.
En línea con esto: el tea room, la tienda y el castillo solo están abiertos entre abril- octubre.
En abril y octubre cierran a las 16.00 y el resto hasta las 17.00. Si llegas fuera de esas horas puedes aún así acceder a los exteriores del castillo y disfrutar de las vistas, que es lo más increíble del lugar, hay una caja para donativos en este caso.
La posición de Duart Castle fue bien elegida: está situada en un alto risco al final de una península que se adentra en el estrecho de Mull. Domina el canal entre Mull y el continente, las entradas a los lagos Linne y Etive y el cuello del estuario de Lorne en su confluencia con el estrecho de Mull.
La Torre del Homenaje fue construida por el jefe Lachlan Lubanach Maclean y en la parte hacia tierra tiene una altura de 29 pies (9 m) y un grosor de 10 pies (3 m). Los muros que dan al mar son menos gruesos y miden entre 1,8 y 2,4 metros.
Sir Fitzroy Maclean reformó por completo la parte más antigua del castillo en 1911. Antes de esta fecha, el Castillo era una ruina del siglo XVIII.
Dentro del castillo hay varias estancias para visitar (no están permitidas las fotografías en el interior):
Se visitan el Great Hall, el dormitorio y vestidor principal y la colección dedicada al Clan McLean, en el que se recorre la historia hasta el día de hoy en que siguen celebrando reuniones en el castillo con todos los miembros del clan repartidos por el mundo.
Si ya llevas unos cuantos castillos escoceses el interior a pesar de estar muy bien tampoco te sorprenderá mucho por lo que te invitamos a recorrer y ver desde cada punto el castillo en su posición tan estratégica.
Y por supuesto, no dejes de pasar por el tea room y tomar una buena cerveza local mientras coges fuerzas para la vuelta, también cuentan con platos del día, sopa y diversos tipos de bocadillos a un precio bastante decente para ser un sitio así. Si el tiempo te acompaña puedes disfrutarla en las mesas de fuera.
El camino de vuelta se realiza exactamente como el de ida, calcula bien para no perder el ferry (mejor si has cogido billete ida y vuelta para asegurarte la vuelta). Recomendamos muy mucho llevar buena ropa de lluvia, y no, no vale con un chubasquerito cualquiera. A nosotros nos pilló mucha lluvia a la vuelta y llegamos empapados, menos mal que el ferry llevaba calefacción ( en agosto! así te haces una idea).
El ferry vuelve a atracar en el puerto de Oban, así que aprovecha y toma algo del marisco recién pescado del día preparado en el momento en alguno de sus puestos.