5 castillos para escapadas cortas
Elegir solo 5 castillos para escapadas cortas nos ha resultado difícil, porque ya tenemos bastantes a nuestras espaldas. Los seleccionados los conocemos personalmente y estaremos encantados de contestar cualquier duda que os pueda surgir si planeáis verlos.
En este post
Castillo de Olite (Navarra)
También conocido como el Palacio Real de Olite, de estilo gótico, tiene un aspecto que os parecerá de cuento, fruto de su construcción en donde los detalles estéticos tuvieron mayor relevancia que los defensivos. Construido durante el reinado de Carlos III, fue uno de los más bellos de Europa y aún sigue dejando sin aliento a los visitantes.
Nosotros aprovechamos para visitarlo en un viaje a Navarra y nos pareció ideal para conocerlo en familia, aunque, atentos, no se puede acceder con carrito, así que no olvidéis la mochila en casa si aún os hace falta.
Castillo de Belmonte (Cuenca)
Aunque esta fortaleza es de origen medieval, su aspecto actual se debe a la reforma que ordenó Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, en el siglo XIX. Su estilo actual es neogótico, aunque conserva trazos de su pasado renacentista. Os recomendamos las audioguías para su visita. En el Castillo se realizan periódicamente recreaciones históricas y torneos de combate medieval ¡los peques fliparán literalmente! Consultad por si hay algún evento privado antes de ir. Y no dejéis de dar un paseo por el pueblo de Belmonte que merece la pena.
Castillo de Manzanares el Real (Madrid)
No puede faltar en nuestra selección de 5 castillos para escapadas cortas. Conocido también como Castillo de los Mendoza porque fue residencia de una de las familias con más linaje de Castilla, los Mendoza, esta edificación militar de estilo castellano (siglo XV) es una de las mejores conservadas de España. Se pueden visitar las salas palaciegas y la exposición permanente, y además a lo largo del año en el Castillo se realizan muchas actividades interesantes para las familias, como conciertos, espectáculos de luz y sonido, campamento y mercado medieval, etc. Durante todo el año, los sábados y domingos, se realizan visitas teatralizadas, podéis ver más aquí Castillo de Manzanares el Real. Fue una de las primeras excursiones que hicimos siendo ya familia y le tenemos un especial cariño.
Castillo de Peñafiel (Valladolid)
Si es difícil seleccionar castillos, entrando en tierra de ellos ni os cuento, pero recomendamos éste por su buena conservación y su peculiar forma de barco.
El Castillo de Peñafiel, sede también del Museo provincial del vino, cuenta con una visita guiada y no es accesible con carritos ( es un tema que con los castillos se pone difícil de conseguir).
Los orígenes del castillo se remontan al siglo IX, si bien su aspecto actual lo debemos a Don Pedro Téllez Girón que lo levantó ya en el siglo XV (su escudo se puede observar en la Torre del Homenaje). Durante la visita pasearéis por la zona de las almenas, la torre del homenaje, el interior reconvertido en biblioteca y una sala estancial.
Castillo de Tossa de Mar (Girona)
Construido en el siglo XIV es un lugar especial gracias a su ubicación, a orillas del mar. A pesar de que sus muros sirvieron para defender al pueblo de los piratas y de las tropas francesas en el siglo XIX, su estado de conservación es estupendo. En la parte más alta del castillo se encuentra el faro, para subir a él no dudéis en montaros en el trenecito que salva la cuesta, a los niños les encanta y además os ahorra el paseo cuesta arriba. Su silueta se puede disfrutar desde muchos puntos de Tossa de Mar.
Seguramente pensaréis que este post con 5 castillos para escapadas cortas se queda escaso, hay un montón de castillos más que merecen la pena y lo sabemos. Nos encantaría que nos contaseis vuestros favoritos en comentarios.
De momento, en breves, visitaremos otro muy conocido, el Alcázar de Segovia, seguidnos en redes para no perderos nada.
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