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Tarifa con niños, a golpe de viento.

Nos metemos de lleno en la parte costera del viaje. Hemos de decir que para nosotros Tarifa (Cádiz), es casi segundo hogar. Llevamos yendo muchos años, de soltera con amigas, de novios, de descanso preboda, de casados, con Piticli y ahora disfrutamos de Tarifa con niños. Vamos que hemos vivido,creo, casi todos los estados en este fantástico lugar.

Si no lo conocéis, Tarifa es famosa por sus vientos, que la hacen un destino único para hacer kitesurf y surf. Sin embargo nosotros, que no practicamos nada de eso, somos unos enamorados de sus playas y sus callejuelas.

Alojamiento

Hemos tenido que abandonar, de momento, nuestro querido camping de Torre de la Peña porque Pitufona aún es algo peque y como os contábamos en el post anterior hemos estado en estas preciosas cabañas.

Hora de ponerse el bañador, ¿dónde vamos? el enclave privilegiado de Tarifa os proporciona varias opciones, os pongo las que más usamos nosotros:

Playas

Los Lances:

aquí durante los meses de verano no permiten deportes acuáticos por lo que si buscáis tranquilidad es una opción.

Valdevaqueros:

conocida por la gran cantidad de cometas que la sobrevuelan y por su chiringuito chill out Tangana

Punta Paloma:

no ofrece servicios tipo duchas etc, pero, a cambio, puedes embadurnarte de los famosos barros de la zona.

Bolonia:

famosa  por su duna, está algo alejada de Tarifa, pero es nuestra preferida. Cerca se hallan las ruinas de Baelo Claudia muy interesantes para conocer el origen de la zona.

Playa Chica:

en el núcleo urbano, en los días de viento permite darse un chapuzón sin salir volando, pero cuidado con las oleadas de los ferrys.

Piticli con un año y la famosa duna al fondo en Bolonia

Todas tienen esa arena dorada tan característica de la costa gaditana y permiten adentrarse hasta lejos «haciendo pie» por lo que son ideales para los peques. Ahora bien, como hemos mencionado antes, el viento nos puede jugar una mala pasada y  que no haga para disfrutar de sus playas.

Opciones:

 Barbate, Vejer, Zahara de los Atunes:

Playas también de gran calidad y a veces algo más protegidas de los vientos y oleajes.

O, si pasa como este año y el viento también las azota, ir en dirección Málaga:

la playa más cercana es Manilva y no decepciona en absoluto, aunque si conocéis la Costa del Sol ya sabéis que la arena y las orillas rocosas son más habituales.

Al ser un destino que ha sido más explotado turísticamente que otros, también  cuenta con más servicios: duchas, baños y hasta columpios a pie de playa. Perfecto para  un día de playa con peques cuando sopla demasiado en Tarifa.

Comer en Tarifa

Volvemos de la playa, hemos comido en el chiringuito, o quizá no y vamos a comer en Tarifa.

Una opción que a lo largo de estos años nunca nos ha defraudado es El Perulero en la plaza de San Hiscio. Para muestra un botón ( o más)

plato de fritura de pescaito

A mis peques, estando en puerto de mar, les encanta comer pescaíto, y el cazón en adobo se ha convertido en una de las comidas favoritas de Piticli. Una de las ventajas de ir a Tarifa con niños es sin duda la calidad de la comida. Además, la carta es variada y también cuentan con unas exquisitas y contundentes croquetas, por ejemplo.

Otro lugar que repetimos año tras año, sea para comer, cenar o simplemente una cerveza, es Gecko, en la plaza de Oviedo, enfrente de la Iglesia (de paso podéis entrar a visitarla). La atención es muy buena y la relación calidad/precio también. En ambos se pueden pedir medias raciones, lo que yendo con los niños es importante.

Hay mucha variedad de oferta en todo el pueblo: pizzerías, freidurías, lugares más cool como el Boccabuena y otros que han desaparecido para nuestro disgusto (La Cueva y sus deliciosas hamburguesas).

En general bien atendidos en todas partes e intentando la comodidad de los peques (salvo en la pizzeria Ninén, que no recomiendo para nada para ir en familia). Con todo esto puede parecer que hemos comido y bebido hasta hartarnos, mientras los pequeños dócilmente sentados participaban de una amena charla.

Vengaaaa, sabéis que eso no es así. Paseos arriba y abajo, pinturas y libros de colorear, berrinches porque Pitufona quiere el zumo con pajita de su hermano, sobornos para intentar comer algo sin que llegue a convertirse en fósil (si, hemos tirado de gusanitos, apedreadnos) y todo eso que ya conocéis si tenéis trato habitual con niños. Y que parece que el resto de niños de la terraza son de cera mientras los tuyos son de lava pura, pues eso también.

Afortunadamente, además de los tres carricoches habituales en la alameda han remodelado los parques y la verdad es que les han quedado preciosos.

Y lo mejor, aunque nosotros no hagamos uso, con columpios inclusivos (eso me hizo mucha ilusión verlo). Así que también podéis recurrir a ellos en momentos de desfogue infantil.

Compras

No podemos hablar de Tarifa sin hablar de…compritas. Todo el interior amurallado está repleto de tiendas llenas de tentaciones, ya sea en moda, bisutería o decoración. Merece la pena dedicarle un ratillo a explorarlas y salir del universo inditex, seguro que acabáis picando. No os perdáis la ropita para los peques o la artesanía propia de la zona.

Fuera de la muralla se encuentran también tiendas grandes especialmente dedicadas a ropa de surf, kite y deportes acuáticos en general. Y además podéis llevaros un montón de conservas de atún tarifeño si visitáis la tienda de la conservera de Tarifa en C/ Arapiles 13 , nosotros nunca nos volvemos sin un buen botín.

Bien, ¿se os ha quedado pequeño el pueblo?. Más opciones:

Excursiones

Barcos de avistamiento ballenas y fauna marina:

salen con bastante frecuencia desde el puerto y dan un buen paseo en busca de la preciada foto con el bicho de turno, a los peques les encanta. Hay dos o tres puestos de venta e información en la zona de la alameda.

Ferry a Tánger:

con los peques no lo hemos probado, pero si hemos ido otro año en una excursión organizada que incluía el ferry, el desplazamiento por la ciudad y  sus rincones más típicos y la comida. Un día conociendo otra cultura y cruzando el charco a otro continente, genial para una pequeña toma de contacto. Aunque vi gente con bebés yo esperaría a que dejasen el carrito, porque es un poco rollo por ciertas callejuelas y para moverse por el ferry y demás.

Excursión a Gibraltar

Estando tan cerca es una opción divertida ir a pasar el día a Gibraltar y experimentar esa curiosa mezcla británica y española que se vive en sus calles. Podéis llegar hasta allí en coche o si preferís un tour guiado y disfrutar sin complicaciones reservar esta excursión y de paso conocer las cuevas y parte de la historia del peñón.

Como veis y aunque no soy nada neutral, es un destino genial, ya vayas en familia, con amigos o solo.

Y volverás más o menos relajado dependiendo del punto anterior, pero disfrutarlo lo disfrutarás. Si tenéis cualquier pregunta, necesitáis consejo o lo que sea, aquí me tenéis.

7 comentarios en «Tarifa con niños, a golpe de viento.»

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