Inverness: 5 rincones secretos en la capital de las Highlands
Se ha escrito mucho sobre esta preciosa capital al norte de Escocia, por lo que en vez de hacer un recorrido general hemos creído más interesante descubrirte algunos de los sitios más especiales de Inverness en este post.
En este post
Abertaff House
Construida en 1593, Abertarff es la casa residencial más antigua de Inverness. Escondida en Church Street (anteriormente conocida como Kirkgate), es una casa de 2 pisos con una escalera que sobresale.
Fue propiedad brevemente de la familia Fraser de Lovat, cuyos miembros del clan lucharon en el bando jacobita en la batalla de Culloden.
El Banco Comercial de Escocia adquirió Abertarff House en el siglo XIX, pero después de ser utilizada como viviendas, se fue deteriorando. Fue donado al National Trust for Scotland en 1963, y el edificio fue restaurado en 1966.
A lo largo de los últimos 50 años, la Casa Abertarff se ha utilizado para muchas cosas, incluida la sede de An Comunn Gàidhealach (La Asociación Gaélica), una tienda y la sede regional de la Fundación.
La casa es un ejemplo clásico de la arquitectura escocesa del siglo XVI y principios del XVII con frontones escalonados. Actualmente, dos habitaciones de la planta baja están abiertas e incorporan una historia de Inverness en el siglo XVII.
El personal está disponible para contar la historia de la casa y cómo era la vida en la década de 1600 y hay una pequeña tienda/librería.
La visita es gratuita pero se agradece algún donativo para colaborar en su conservación.
Catedral St. Andrews
Pensarás que vaya lugar secreto puede ser una catedral. Pues lo más interesante de ésta realmente no es su parte artística, ya que es fácilmente superada por otras pero es un sitio muy curioso y acogedor debido a tener una comunidad muy activa.
Te recomendamos visitarla especialmente si viajas con niñ@s, ya que os proporcionarán unos cuadernitos tipo búsqueda del tesoro para ir identificando y buscando los ratoncitos que tienen distribuidos por la catedral y a la vez explican la historia o la función de cada personaje representado. En el templo hay además espacios de juego para niños y mayores, muchas labores artesanales e incluso un homenaje a las víctimas del Covid.
Carnac Point y la Reserva Natural de Merkinch
Aunque el camino siguiendo el río hasta allí no es que sea muy bonito (barriadas de las afueras y un polígono industrial) una vez llegas a Carnac merece la pena el paseo de una media hora desde el centro de la ciudad.
En Carnac Point podrás ver como el río Ness desemboca en el mar. Y si tienes suerte verás delfines, focas y peces saltarines. Hay espacio para hacer picnic si el tiempo os acompaña, en nuestro caso aunque no llovía, no hacía temperatura para estar allí sentados. Desde allí hay también unas vistas privilegiadas a toda la bahía.
Desde allí podrás acceder fácilmente a la Reserva Natural de Merkinch y disfrutar de un agradable paseo. Es una zona por la que los habitantes de Inverness salen a correr y montar en bici ya que no está permitido el acceso al tráfico y es muy tranquilo. En la Reserva verás multitud de clases de aves y otro tipo de fauna de ribera.
Museo de Inverness
Caímos aquí un poco de casualidad, porque íbamos a ver el Castillo y estaba cerrado por reforma. El Museo de Inverness es gratuito y muy ameno de visitar porque tiene un poco de todo: historia, folclore, naturaleza… y además hay elementos interactivos o incluso puedes probar a vestirte con un plaid tradicional como un auténtico habitante de las Highlands ( si tenéis tan poco sentido del ridículo como yo).
Ness Islands , las islas del río Ness
Siguiendo el curso del río Ness llegarás hasta este curioso rincón en el que a través de diferentes puentes podrás explorar islas naturales y descubrir su vegetación y si tienes suerte alguna foca, también verás gente pescando por allí.
Hay algún parque infantil e incluso un trenecito, pero simplemente pasear y atravesar los puentes de una a otra ya es una gozada.