Guía de Edimburgo para viajar con niños

Recién aterrizados de tierras escocesas, y antes que mi memoria falle, aquí va nuestra experiencia plasmada en esta Guía de Edimburgo con niños.

1- Vuelos

Si, hay que coger el avión, pero no tengáis miedo, ya os contamos aquí algunos de nuestros trucos para sobrevivir al avión con niños. Este año además,  y como Pitufona ya ha cumplido los dos años, nos hemos curado en salud y utilizado biodramina infantil. Como la seda, ni vomitó en el despegue, ni el aterrizaje. El bote es pequeño y se puede pasar por el control del aeropuerto sin problema.

Hay vuelos de muchas compañías y el truco, como siempre, es estar atentos a las ofertas. En nuestro caso, cogimos los vuelos en Noviembre, y hemos viajado a últimos de Abril. No siempre se puede anticipar tanto un viaje, pero si el precio es muy interesante, hay que arriesgar. Viajamos con Easy Jet y los cuatro billetes ida/vuelta fueron 175 euros. Una ganga. Las low cost tienen mala prensa, pero yo nunca he tenido ningún problema con ellas, y viajando con peques tampoco. Como era un viaje de cuatro días escasos, sólo llevamos dos mochilas que cumplían las medidas de cabina (si, se puede) y el carrito de bebé. Soy partidaria de llevar las manos libres viajando con niños tan pequeños, una maleta pude dificultar moverte por el aeropuerto, subir al avión…

La duración es de unas tres horas y no se hace largo, como siempre llevábamos un kit de supervivencia a bordo, aunque durmieron la mayoría del tiempo.

Desde el aeropuerto podéis coger el bus 100 con paradas por varias zonas o el tranvía. El primero es algo más barato pero el segundo es más cómodo. En ninguno pagan los niños menores de 5 años.

2- Alojamiento

En esta ocasión y como nos daba bastante miedo el tiempo escocés, decidimos reservar un apartamento. El alojamiento en general es bastante caro. El apartamento estaba genial situado (no cogimos transporte más que para el aeropuerto).

Eso si, aunque limpio, era cutre. Sopesamos otras opciones pero la ubicación ganó al que fuese más o menos instagrameable. Tened en cuenta que muchos de estos apartamentos no tienen ascensor. Pero si calefacción, importante, y wifi. Como al final el tiempo fue mucho mejor de lo esperado, solo lo usamos para dormir y ducharnos y perfecto.

3- Comida y bebida

A muchos os asusta lo de viajar y no saber qué van a comer vuestros niños. Teniendo un apartamento se puede optar por hacer compra en un Tesco o Sainsbury, hay muchos, y hacer las comidas como en casa. Sin embargo, hay muchísimas opciones para comer en cualquier sitio. Hasta los pubs tienen menú infantil, suele consistir en los mismos platos pero con menor ración y precio y algún postre.

Nosotros hicimos comidas y cenas fuera del apartamento sin mayor problema, os recomendamos Nando´s, Wildwood o Byron . Hay varios por la ciudad y están muy pensados para la familia.

Sin embargo, como he mencionado antes, la mayoría de establecimientos ofrecen comida a las familias y disponen de tronas, cambiadores y demás.

También hay unos restaurantes con fines sociales, llamados Social Bite repartidos por toda la ciudad. Gestionados por voluntarios y cuyos beneficios van todos a causas benéficas. Y además baratos.

Y ahora vamos al turrón, las visitas a la ciudad. Nosotros fuimos por nuestra cuenta, pero siempre puedes hacer un free tour para conocer la parte vieja de la ciudad con más detalle.

4- Visitas

Castillo de Edimburgo:

Indispensable y visible casi desde cualquier rincón de la ciudad. Contad con varias horas para visitarlo e intentad ir pronto por la mañana para evitar colas. Si además evitáis el fin de semana mejor aún. Es grande y consta de varios edificios. Se pude recorrer con carrito de bebé, salvo algunas estancias con escaleras. En ese caso lo dejamos en un rinconcillo sin problemas y luego al bajar lo recuperamos.

Los niños menores de 5 años entran gratis.

Existen audioguías ( si cogéis la infantil es la misma y es más barata). También tienen un divertido juego de preguntas y respuestas, tipo búsqueda del tesoro para los peques. Se solicita gratuitamente y está en varios idiomas, incluyendo el castellano.

Museo Nacional de Escocia

no os perdáis esta visita ni os dejéis llevar por el término museo. Es un museo perfecto para niños. Explora un montón de temas desde robótica hasta la vida en la Edad Media. Pueden tocar, experimentar e incluso disfrazarse. Os costará trabajo sacarlos de allí.

Museo de la Infancia

Entrada gratuita. Dispone de una gran colección de juguetes antiguos. También pueden jugar con varios de ellos en las salas. Al final del recorrido hay un taller en el que realizan actividades sin reserva previa. Piticli se hizo una bolsa supermolona. Las monitoras son un encanto. Alerta: hay una tienda de juguetes en la entrada del museo, así que preparaos.

Palacio de Holyroodhouse

Es el alojamiento de la familia real británica durante sus visitas a la ciudad. La reina pasa aquí los meses de julio y el resto van y vienen. Eso me contó una de las vigilantes cuando le pregunté. El salseo es el salseo.

En el interior no se pueden hacer fotos, las audioguías son gratuitas. La visita es interesante y al finalizar hay una Family Room en la que los peques pueden colorear dibujos del palacio, disfrazarse y otro montón de actividades. En la entrada puedes pedir que te guarden el carrito en una sala que tienen.

Si quieres ir sobre seguro puedes reservar tu entrada aquí.

Royal Mile

La «calle» más famosa de la ciudad no podía faltar en una Guía de Edimburgo. Aparte de bonita por los edificios que la componen, tiene tiendas, pubs y cafeterías de ensueño. Pasear sin más por ella ya es un placer. Y a los peques les encanta sus casas de colores y sus tiendas curiosas. Atención a las de Harry Potter o las típicas de kilts.

Camera Obscura y Museo de las Ilusiones

Otro indispensable con y sin peques. El «truco» de la camera oscura te encantará. A los peques les volverá locos hacer todos los experimentos visuales. Totalmente interactivo e instructivo, ya que se experimenta para explicar diversas cosas de física, óptica…

Greyfriars

La leyenda que acompaña a este símpatico perrito os llegará al alma. Estuvo 14 años en la tumba de su amo. Adoptado por el ayuntamiento de la ciudad, es uno de sus «ciudadanos» más famosos. Al lado de la estatua que le rinde homenaje podéis visitar el cementerio, muy interesante ( nada de miedo). Si los peques son mayores podéis apuntaros a uno de los famosos tours de fantasmas que hacen al caer la noche.

Mary King´s Close

No pudimos visitarlo ya que no es para menores de cinco años, pero lo apuntamos para la siguiente visita. La oportunidad de conocer la ciudad tal cual era hace siglos, gracias a haberse conservado subterráneamente. Hacen tours específicos.

Simplemente pasear por sus calles o sentarse en una terraza si el tiempo lo permite ya es genial. También aprovechad para que correteen por los espacios verdes o por el Princess Street Garden, les encantará. SI hace buen tiempo podéis aprovechar y tomar algo en los puestos de comida y bebida.

Podéis encontrar información sobre estos y otros lugares de interés en la web de Visit Scotland. 

Y por supuesto sabéis que podéis preguntarme todo aquello que necesitéis. Recomiendo mucho Edimburgo para viajar con niños, es totalmente accesible y con muchísimas cosas enfocadas a que disfruten.

*Bonus track:

Pedid una Baked potato, están deliciosas. Ésta es de Luscious Café, cerca del palacio.

Agradecemos a Visit Scotland su amabilidad al proporcionarnos los pases turísticos para poder contaros todo de primera mano.